Cuando inicié este blog me prometí poner siempre cosas positivas… o, al menos, con un trasfondo de esperanza.
La realidad es que, por mucho que uno intente ser positivo, esperanzador, confiado o creyente ( me refiero al hecho de querer tener fe) la vida nos da un gramo de cal y una tonelada de arena.
Ayer leía que hay que sentir dolor para liberarse, hay que sufrir para apreciar la felicidad, hay que pasar tempestades para apreciar la tranquilidad.
Creo que es un enfoque erróneo del sentido de nuestra existencia. Creo que es un enfoque equivocado del concepto que tenemos para enfrentarnos a ls cosas que nos suceden diariamente.
Yo misma pienso que muy mal hice las cosas en otra vida cuando en esta tengo 12 horas de un desbordante estado de alegría/ ilusión/ plenitud/ felicidad/ sosiego… y de golpe me encuentro en un huracán de situaciones difíciles de gestionar, donde todo se complica según te defiendes, te comunicas, te explicas o justificas.
Tengo comprobado que necesito aprender a que mi cabeza funcione de otra manera, ser como cuando voy sobre patines y me indican como hacer una figura, una pirueta o un ejercicio: tenaz, persistente, con la cabeza fría y la intención inamovible de conseguirlo.
Y termino este post dos horas después de haberlo comenzado diciendo que… las ostias las recibes de quien mas quieres. Las piedras te las ponen aquellos quien amas y quien te menos te espera te hace sentir la persona mas insignificante.
Tu existencia depende de ti, la entereza y las ganas de luchar tienen que nacer de uno mismo, no de lo que tienes alrededor o de lo que se espera de ti. Tienes que estar convencido. Lo material es eso, solo algo material. Las personas son lo realmente importante de esta vida. Inspiración y ganas de vivir y sentir intensamente. Quien te alegra el día, quien te da lo que necesitas, serenidad, paz, amor incluso.
Y para terminar podría hacer alusión a esa fe y a esa religión que mencionaba antes, donde se condena al individuo según las ganas que tenga de luchar contra el mundo, contra sus miedos y contra la corriente que le lleva en sentido contrario a su corazón.
Muchos de los que me leéis lo sabéis. Otros no. Pero os lo digo, por si acaso.
La religión condena a todos los que se niegan a vivir la vida tal y como viene. Ya sea una negación física, o sea una emocional.
Y a todos los que no lo saben… esos negados de vivir son condenados al infierno.
Soy condenada al infierno haga lo que haga ya en mi vida por tentar contra ella.
Me da igual todo ya. He luchado todo lo que podía luchar. Ahora me dejaré llevar.
Abridme las puertas del infierno. No quiero mas ostias. Me cansé de vivir la vida.

3 respuestas a “Ostias”
No se ni que decirte… Me dejaste sin palabras. Hay cosas que no tienen explicación la verdad. Abrazo 2.0
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Hay una frase que resume muchas cosas…»La vida es tan buena maestra, que si no aprendes la lección, te lo repite una y otra vez»…y si se decide o se toma conciencia de lo que te esta tratando de decir…es cuando las cosas toman el cause que tiene que ser…sin forzar…fluyendo con ella…
Mucho ánimo!!!
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A veces es bueno descender al interior de uno mismo y sentarse va observar…solo eso, a veces es solo parar un momento…💪💪💖💖
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