Autodestructivos

¿Alguien me explica?

-Los sentimientos son extraños-dije.- Nunca me había sentido así.

El psicólogo me miró con una ceja elevada.

-Si,si. Es la verdad. No me diga que no me cree…- su cara no había cambiado.- ¡Es la verdad! Nunca hasta ahora me había pasado… y… y por eso estoy aquí.

Mi tono de voz bajó hasta ser un susurro. Mi cuerpo se venció contra en respaldo del sofá.

– Dime… ¿y como son esos sentimientos exactamente?

Me volvió a mirar atento. No se si para analizarme mas o para mostrar interés en algo que no creía.

– Pues es sencillo. Es intenso, repentino. Como cuando agitas un bote de cola y lo abres sin esperar. Con ese efecto imparable de no poder detenerlo, por mas que sorbas el liquido, rebosa y se derrama sobre la mesa y no queda mas remedio que ir a limpiar el desastre después.

– Ya. Entiendo.

Por unos segundos tomó notas. Tal vez escribía que una vez mas le pagaba horas extras por escuchar tonterías…

-… y ¿ como llamaría a ese sentimiento?

Le miré… y no supe si dar mas rodeos o decírselo directamente.

– Pues creo que tiene nombre. Y si, se que es un problema. Algo común en muchas personas, en muchas relaciones, de pareja, de familia, de amigos… incluso entre personas que no se conocen… pero para mi, algo que siempre he tenido claro lo que suponía sentir eso, y que con 40 años, nunca he sido consciente de haberlo sentido, es algo que me perturba.- Tomé aire. Después de unos segundos continué.- De hecho, siempre he asumido que es un mal sentimiento. Y que asociarlo a una persona y que se justifique como amor hacia ella es… erróneo cuanto menos.- Mi voz se elevó ratificando aquello.-

Quedé en silencio nuevamente.

Admitir que no confiaba en mi misma era un paso para superar el miedo y mi dependencia. Los hechos eran claros. Había empezado mal aquella situación. Era un conjunto de circunstancias que había propiciado un estado de dependencia e inseguridad que solo yo debía remediar.

– Me da miedo que no quiera estar mas a mi lado. Que lo que se siente se olvide o se quiera olvidar (que es peor) en post de no ver sufrir a otros.

– Continua…

– Sus formas, aunque lícitas, me han hecho llorar tanto que una palabra de menos me hace temblar. Y no quiero eso. Nunca me ha gustado. Nunca he desconfiado de quien estaba a mi lado… y tras este tiempo, debería creer mas en mi y menos en mis absurdos miedos. Pero están ahí.

– ¿ Y porqué crees que te sientes así? Aun no me has dicho como lo llamarías…

– Están ahí porque tiene un pasado. Uno que se resiste a aceptar que hay que pasar al siguiente capítulo y que, de alguna manera, él alimenta para que todo sea mas suave. Y mi temor no es otro que pensar que, ante una cincel que no para de golpear la piedra, esta termine rompiéndose y cediendo al hierro persistente.

-Y ¿ crees que cederá?¿Hay razones para temer?

– En su mirada veo amor, veo sinceridad y algo que podría ser compromiso. En sus labios noto conexión, serenidad junto a mi y una extraña libertad. Pero son sus actos… los que temo. Y, aun habiendo cambiado cosas… aun notándose cerca, mas que nunca, temo.

Mi voz volvió a caer. Un pesar se empezó a colar en mi garganta…

– Yo… yo se lo que es amar. Se lo que es mirar a alguien a los ojos y pensar que podrías aliviar el dolor que sienten por tu culpa. Se lo que es besar y saber que puede no ser el último, pero que deseas que así sea, porque no se encaja… y a la vez sentir que estas fallando. Y él es capaz de eso. Y de no mirar atrás, olvidarme y no volver a hablarme jamás, como si nada hubiera ocurrido, como si no sintiera, como si jamás hubiera sentido.

-Y…- continué.- Todo porque ella no aceptará jamas que él no quiere seguir, que ama a otra mujer ( aunque no quiera verlo) que lo que él anuncia como un anuncio ligero de media mañana, son las noticias mas importantes del día… que estoy yo, y que me ha elegido como una opción mas que segura para seguir adelante. Pero le conoce mucho mejor de lo que cree él mismo y usará todos los recursos lícitos e rastreros para mantenerle a su lado, aunque caiga en la humillación y en la locura misma del desvarío y las incongruencias. Y puede que tenga éxito… y eso me aterra.

– Pero… ¿ porqué crees eso?- me dijo mas interesado que antes.

– Sencillo: no le ama. Porque de hacerlo le querría feliz, con ella o con otra. Pero no es así. Y ante eso, todo vale para mantenerle a su lado. Desvariar con incluso aceptarme como capricho momentáneo, mientras que él se cansa de mi.

– Y él ¿ que opina de todo esto?

– Ciertamente no puedo poner mi mano sobre el fuego. Y eso es lo que me da mas miedo.

-¿Que se quede con ella?

-No. Que no sea sincero conmigo. Que me diga que me ama, que me quiere, que todo terminó con ella pero…- cogí aire- … pero que todo sea mentira.

-La solución es sencilla. Pero tal vez deberías analizar que es realidad y que es producto de tus miedos.

– Si. Analizo. Pienso y valoro. Y la respuesta es siempre la misma: no hay razón para mantener una mentira así durante tanto tiempo. Es ilógico y un gasto de energía absurdo.

– Y ¿cual crees entonces que es el sentimiento que provoca todas estas inseguridades?

– Uno que no quiero sentir. Si está conmigo lo está, teniendo que pasar juntos lo que haya que pasar para finalmente ser felices… Y si no lo está… no puedo hacer nada hasta ver la verdad.

– ¿Pues?

– Me niego a sentirlo. Me niego a sentir celos…

By:

Posted in:


Una respuesta a “Autodestructivos”

  1. Aceptar lo que sucede suele ser el primero de muchos pasos y tomar consciencia de lo que sentimos una puerta abierta a ser libre de eso que nos condiciona y paraliza. El camino nunca es fácil y los monstruos de nuestra cabeza hábiles manipuladores, el pasado condiciona nuestro presente, pero el futuro lo marcamos nosotros con nuestras decisiones. Ningún viaje está libre de tormentas, pero no por ello debemos tener miedo a mojarnos. Ánimo compañera, estamos contigo.

    Le gusta a 1 persona

Replica a Fenix Cancelar la respuesta

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar